la frase del mes

"La física es como el sexo. Seguro que tiene una utilidad práctica, pero no es por eso que lo hacemos" Richard Feynman

Escudriñas la calima

|
Colores desvaídos y contornos difusos que más bien hay que imaginar. Se diría que alguien ha pintado nuestro mundo sin respetar los perfiles del boceto y con una acuarela demasiado aguada. Cuando se ha asentado la calima, la atmósfera presenta un aspecto indefinido y sucio y la visibilidad se reduce notablemente.



Existen diferentes mecanismos de embrutecimiento atmosférico pero sus resultados visibles son muy parecidos. Por ejemplo, la bruma se produce por evaporación del agua en días especialmente calurosos. Sin alcanzar altas cotas, las partículas condensan en pequeñas gotitas próximas a la superficie confiriendo al paisaje un aspecto velado similar al que nos deja la calima.

La calima encuentra su explicación también en los coloides, aunque su naturaleza no es líquida sino sólida. Por coloide nos referimos a las partículas en suspensión en la atmósfera: son tan livianas, tienen tan poco peso, que el aire consigue amortiguar su descenso gravitatorio*... es decir, flotan. En el caso que nos ocupa, las partículas en suspensión son diminutos granos de arena desplazados por el aire desde las playas o desiertos de los que los levantaron. En Canarias conocen mejor que nadie este fenómeno porque están acostumbrados a recibir las nubes de arena provenientes del continente africano, masas de aire que no en pocas ocasiones llegan también a la península disparando por añadidura los mercurios.


Es el comportamiento de la luz lo que justifica la reducción de la visibilidad. Al ser alcanzadas por luz natural -constituida por muchas longitudes de onda, por muchos colores-, las partículas la reemiten de diferente manera según su tamaño, dando lugar a diferentes tipos de dispersión, como por ejemplo las importantes dispersión de Rayleigh y dispersión de Mie. La primera, producida por exiguas partículas gaseosas, es muy selectiva con las longitudes de onda que reemite y la dirección en que lo hace**. La segunda, protagonizada por los mencionados coloides, partículas macroscópicamente diminutas pero microscópicamente grandes, se caracteriza por reemitir prácticamente por igual todas las longitudes de onda, todos los colores; se puede decir que estas partículas, sólidas o líquidas, reflejan en todas direcci0nes la luz blanca que reciben.


La dispersión de Mie resta nitidez a las imágenes y deslava sus colores. Un paisaje de verdes valles y colinas rojas conserva su fuerza cromática si toda la luz que reciben nuestros ojos proviene de los verdes valles y de las colinas rojas. Si se interpone una masa de aire cargada de arena, debido al mecanismo dispersivo de Mie, recibimos también un considerable porcentaje de luz blanca que aclara los "colores emitidos" por el paisaje de fondo.


Este engorro fotográfico desaparece si de algún modo se barre la atmósfera de partículas de arena. De esto se encargan las precipitaciones. Cuando llueve, las gotas de agua engullen el polvillo en suspensión y lo llevan hasta el suelo. La lluvia puede estropearnos una excursión al campo pero nos compensa limpiándole la cara al paisaje para que se luzca a todo color bajo un cielo despejado.



vamos al monte Fuji a merendar bolitas de arroz



--------------------------------------
*debido a las fuerzas rozamiento viscoso... de las que no nos ocupamos aquí.
**es la que confiere el color azulado al cielo y anaranjado al atardecer.

Un reloj de sol y luna

|
El hombre ha sentido fascinación por la inmensidad e inmutabilidad del cielo nocturno desde los tiempos sin memoria, edades casi mitológicas de las que dan fe los toscos monumentos de piedra que aún hoy se burlan del fluir del tiempo. Arropados como están por el halo de misterio en que los ha sumido su mutismo milenario, sólamente su presencia nos recuerda aquel remoto pasado en que comenzamos a gritarle a un mundo indómito: "he aquí el Hombre".

En Stonehenge pudo nacer un dios olvidado pero para acceder a él no es necesario iniciarse en ningún misterio, sino salir de Londres por la A-4 hasta conectar con la A-303 y recorrer hora y media de colinas y cultivos. A este crómlech de entre cuatro mil y cinco mil años de antigüedad se le han atribuido no pocas funciones y su finalidad no ha encontrado todavía consenso académico. Sin embargo, se acepta la teoría según la cual Stonehenge, además de templo de culto lunar, sirvió como predictor de eclipses.

Esta hipótesis fue formulada a finales de los setenta por el astrónomo y matemático Fred Hoyle, padre de la teoría del Big Bang, en base a una imaginativa interpretación de los 56 hoyos dispuestos en anillo que cercan el complejo, los llamados "hoyos de Aubrey".

Al parecer, los 56 hoyos de Aubrey servían de trayecto a dos postes que se insertaban en ellos. Uno representaba el Sol en la eclíptica* y se movía en sentido antihorario dos huecos cada trece días; de modo que completaba una vuelta completa al cabo de 28 movimientos que, espaciados trece días cada uno, suman un período de 364 días, un año. Otro poste simbolizaba la órbita lunar. Su posición se fijaba en correspondencia con la luna llena y cada día, en sentido antihorario también, se desplazaba dos hoyos; completaba la vuelta 28 días después, es decir, un mes lunar. Cuando los dos postes coincidieran en un mismo hoyo, se produciría un eclipse.

Stonehenge como predictor de eclipses goza de una increíble precisión que respalda la elegante y atractiva hipótesis propuesta por el astrofísico Hoyle. De ser cierta, se sumaría a los motivos por los cuales el c0njunto megalítico ilustra el ingenio y la capacidad constructiva con que el ser humano ha irrumpido en la historia del planeta.

-----------------------------------------------

* Línea que representa la trayectoria aparente del Sol alrededor de la Tierra.

Puffing: Seguridad por chorros de aire.

|
Con una altura de 553 metros, la CN Tower en Toronto (Canadá) presume de ser la estructura más alta sin cables del mundo.

Se podía hablar mucho sobre esta obra de ingeniería como que es capaz de soportar vientos de 420 km/h, terremotos de 8,5 grados en la escala de Richter o que su famoso piso de vidrio soporta el peso equivalente a 14 hipopótamos adultos.

Espero no haber engordado...

Pero algo que sorprende también son las medidas de seguridad que posee. Con más de 2 millones de turistas al año la CN Tower posee un sistema de seguridad que sería capaz de decirte hace cuanto no te duchas, estamos hablando de que simplemente con chorros de aire a presión es capaz de detectar 30 tipos de explosivos diferentes y drogas.


Estas máquinas tan futuristas, consiguen mediante 40 chorros de aire desprender pequeñas trazas y vapores de la piel, pelo o ropa para ser analizados mediante IMS (Ion mobility Spectrometry) pudiendo así detectar sustancias utilizadas en los explosivos.

La sensibilidad es asombrosa, trabaja con valores de nanogramos con un 1% de falsas alarmas debido a que algunas mediaciones para el corazón o trazas de fertilizantes, contienen nitratos utilizados en ciertos explosivos. Por cierto, todo esto lo realiza tan sólo en 9 segundos.

El precio de cada Ionscan Sentinel II es de unos 130.000€ y además de pertenecer al sistema de seguridad de la CN tower también se utiliza en plantas nucleares y algunos aeropuertos.

Asombrados con este sistema de seguridad punta que nos descubrió Gabriel, nos comentó como más tarde pudo ver en en el metro de la ciudad los planes de emergencia de incendios cerrados con candados.


¡Perdona... te dejo que voy a pasar un túnel!

|
Sin duda, una de las excusas más socorridas a la hora de quitarse de encima a algún pesado con el que no nos apetece seguir hablando. Y es que todo el mundo sabe que en un túnel se pierde cobertura, así como la señal de radio: el aparato se vuelve loco buscando una frecuencia que reproducir. El fenómeno que nos incomunica en un túnel no es sino consecuencia directa de su presencia y de las restricciones que ella impone sobre las ondas electromagnéticas.


No os esforcéis, no es cosa del aparato

Las ondas electromagnéticas ponen en contacto dos lugares casi al instante. Transmiten información a la velocidad de la luz y no necesitan de medio para propagarse*. En las O.E.M. basan su funcionamiento móviles, aparatos de radio, antenas parabólicas, etc.... la era de la comunicación nace cuando se aprende a manipularlas. Una de las parcelas de la Física con más futuro profesional es la Aplicada; el estudio de las propiedades ópticas, eléctricas y magnéticas de los materiales nos ayudará a explotar las posibilidades que nos ofrecen y a superar las limitaciones actuales en comunicación. A veces estas limitaciones vienen impuestas por la física misma de los fenómenos. El que nos ocupa, el de los túneles, es un ejemplo de ello.

Una onda electromagnética que se propaga libremente -sin hallar obstáculo alguno en su camino- puede ser de cualquier frecuencia**. Desde la central de emisión hasta las radios de nuestros vehículos en carretera abierta, la señal viaja sin restricción alguna. Nos las podemos imaginar surcando los cielos libremente.

En esta situación uno puede sintonizar todas las frecuencias en que se emite en la región o hablar por el móvil sin problema; pero, cuando atraviesa un túnel o circula por una garganta muy profunda, es muy posible que el hombre del tiempo y Andrés Calamaro tengan que esperarnos a la salida: perdemos señal.

Perdemos señal porque no todas las señales "caben" en el túnel. Las ondas de radio de las que he hablado son viajeras: se originan en las antenas de las emisoras y se propagan hasta antenas receptoras de nuestros coches. Pero también puede ser que las ondas se vean confinadas. Éstas reciben el nombre de ondas estacionarias; por ejemplo, las que tienen lugar en la cuerda de una guitarra cuando la pulsamos o en cualquier cuerda con sus extremos fijos cuando la hacemos vibrar. El esquema siguiente transmite bien la idea de que las ondulaciones que tienen lugar en la cuerda no son arbitrarias, sino que obedecen a la restricción impuesta por la longitud de la cuerda.


A la izquierda se muestra las cinco primeras posibles ondulaciones que pueden tener lugar en una cuerda de extremos fijos. Obsérvese que el número de semilongitudes de onda*** coincide con el ínidice "n" a la derecha de cada posibilidad... ¡y no hay situaciones intermedias entre ellas!. Es decir, las posibles ondulaciones de la cuerda son infinitas pero discretas. Esas "posibles ondulaciones" reciben el nombre de "modos propios de vibración". A cada ondulación posible, a cada modo propio, le corresponde una frecuencia de vibración propia: las frecuencias de resonancia. Se desprende, entonces, que la finitud del medio de propagación de la onda, esto es la cuerda, y el hecho de que sus extremos estén fijos restringen las frecuencias que por naturaleza tienen lugar en ella. Esto es lo que se llama un problema de condiciones de contorno. A las expresiones matemáticas que describen la onda libre se les aplica la información "extremos fijos" y se deducen todas estas consecuencias. Este método no es privilegio exclusivo de las ondas en una cuerda. De una forma u otra, se procede exactamente igual con todo tipo de ondas cuando el medio por el que se propagan presenta algún obstáculo o pared, cuando se le puede definir un perfil, un... contorno limitante.


Las ondas electromagnéticas -las señales de radio- no son una excepción y, si de algún modo las contenemos, reproducirán el resultado anterior. Las condiciones de contorno a aplicar no serán del tipo "extremos fijos", sino que tendrán que ver con las propiedades eléctricas y magnéticas del medio contenedor, que ha de ser finito. En su interior, se darán también ondas de determinadas frecuencias: las frecuencias de resonancia, que dependerán de las características electromagnéticas del material y de sus dimensiones.

Las características del medio y sus bordes determinan las características de las ondas a las que sirven de soporte de propagación. Cualquier modificación sobre aquéllos tendrán consecuencia sobre éstos. De modo y manera que si la cuerda no está sujeta por sus dos extremos sino sólamente por uno, las posibles ondulaciones -los modos propios de vibración- a los que dará cabida por naturaleza serán diferentes; igual que si está sujeta por los dos extremos pero uno de ellos en lugar de una pared es otra cuerda... podemos imaginar muchas combinaciones, probar con muchos medios, jugar con diversas características del medio... al final todo se resume en resolver una ecuación teniendo en cuenta todos los detalles. La matemática es en este caso casi un ejercicio mecánico. Será lo enrevesado de las condiciones de contorno lo que compliquen -"complicar=hacer más largo y engorroso el problema"- la resolución.

Un túnel no es más que otro conjunto de condiciones de contorno. Preguntarse por las características de las ondas que tienen cabida en el túnel equivale a formular dichas condiciones y aplicarlas a la matemática de este tipo de ondas. Podríamos pensar en un resultado similar a los anteriores: las frecuencias de resonancia limitan el espectro de las ondas que pueden existir dentro del túnel, dependiendo de lo alto y ancho que sea. Pues sí, es cierto... pero aún hay más. Existe una frecuencia de corte que también depende de las dimensiones del túnel.

Esto no es un túnel, es una pared conductora transversalmente cerrada con simetría de traslación

Dentro de un determinado túnel sólo pueden existir algunas "posibilidades de onda" electromagnética, es decir, algunas frecuencias de la radio. Pero por añadidura deben superar un valor de corte por debajo del cual ninguna tiene cabida en él.

Imagínate en carretera abierta escuchando la 92 MHz de la FM. Entras en un túnel cuyas características imponen que en su interior sólo puedan existir señales de radio por encima de los 104 MHz. Además sólamente unas frecuencias muy concretas por encima de estee valor, por ejemplo, 108 MHz y 120 MHz. Dentro dejas de escuchar la 92 MHz. Intentas sintonizar la 98 y nada, la 102 y nada... pero, voilà, puedes escuchar la 108 y la 120. Has dado con las frecuencias de resonancia del túnel e incluso más o menos has acotado inferiormente las frecuencias que puedes escuchar, es decir, más o menos sabes por dónde debe quedar la frecuencia de corte del túnel por debajo de la cual ninguna señal de radio "entra".

Cuanto mayor es la sección de un túnel, más baja es esta frecuencia de corte. Teóricamente más cadenas podemos escuchar****. Por otra parte, si el medio en que se sume el túnel posee una conductividad no despreciable -por ejemplo, si fuera agua de mar- además las ondas acabarían extinguiéndose en su interior conforme nos adentráramos; serían amortiguadas por el medio. No es el caso de los túneles en carretera porque a bajas alturas la conductividad del aire es despreciable.

Las condiciones de contorno impuestas por las características del túnel también afectan, cómo no, a las ondas que emplean los móviles. Por todo esto, tenemos excusa creíble. Adiós, plomazos.

-------------------------------------------------------------------
*Con lo que se resume las características básicas de las ondas electromagnéticas. Para un explicación más detallada del concepto de onda, pinchad aquí. Para una más referida a las electromagnéticas, aquí. En esta última encontraréis la deducción de la ecuación de O.E.M. a partir de las ecuaciones de Maxwell. Sobre la solución de estas ecuaciones se trabaja para reproducir matemáticamente lo que en este artículo os comentamos.

**Suponiendo que es monocromática, es decir, de una única frecuencia; pues bien puede ser que esto no sea así.

***Una longitud de onda correspondería al dibujo n=2; un semilongitud de onda corresponde al dibujo de n=1.

**** Se ha simplificado bastante la explicación. Se ha de tener en cuenta las características electromagnéticas del fluido que inunda el túnel, la profundidad del mismo y bla, bla, bla.

Un poco de Geografía e Historia

|
Hace mucho, mucho tiempo…campaba por el espacio una nube de gas y polvo* que distaba del centro de la galaxia unos 8.5 kpc (kpc=kilopársec) **. Esta nube giraba alrededor de dicho centro y sobre sí misma con cierta velocidad de rotación que fue aumentando conforme fue colapsándose la nube y adquiriendo la forma de un disco. Este proceso continuó hasta que en el centro se alcanzaron presiones y temperaturas suficientes para desencadenar las reacciones de fusión nuclear. Nació el Sol.
En las regiones externas del disco fueron formándose pequeños granos sólidos que se fueron uniendo para formar planetoides de unos 5 Km. de tamaño. Esta fase duró unos mil años.
La siguiente etapa fue algo más larga, duró unos 100 millones de años y consistió en la colisión entre los planetoides para formar los planetas o para destruirse completamente. El polvo restante fue expulsado por la intensa radiación solar.


Cuando los planetas se hubieron formado poseían todos atmósferas muy parecidas compuestas principalmente por hidrógeno y helio, pero el fuerte viento solar del Sol joven arrancó las atmósferas de los planetas mas cercanos y de menor masa, a saber: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte.
Con el tiempo, la intensidad de la intensidad del viento solar fue descendiendo permitiendo a los planetas que habían quedado “desnudos” desarrollar nuevas atmósferas que mantienen hoy día, exceptuando Mercurio que no puede mantenerla por su proximidad a la estrella.
Las atmósferas desarrolladas fueron distintas. En la Tierra está formada principalmente por oxígeno y nitrógeno. La de Venus y Marte por dióxido de carbono pero diferenciadas por otras cantidades menores de otros elementos. Por ejemplo, el cielo de Venus está compuesto por nubes de ácido sulfúrico donde no puede pasar casi la luz solar. Si a esto le añadimos las altas presiones (unas noventa atmósferas)*** y temperaturas (unos 450ºC), Venus es, sin duda, lo que más se asemeja al infierno.


El sistema solar presenta la siguiente estructura:

El Sol está en el centro y orbitando alrededor de él de menor a mayor distancia se encuentran: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, el cinturón de asteroides, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
La Tierra dista 150 millones de kilómetros, lo que los astrónomos llaman 1 unidad astronómica o 1 AU. Mercurio lo hace en 0.39 AU y Plutón en unas 40. Para hacerse una idea, en un plano a escala, donde la distancia Tierra-Sol sea de un metro, Mercurio estaría a 40 cm del Sol, Plutón a 40 metros, y la estrella más cercana –Próxima Centauro- estaría a 270 km.


En la clasificación anterior, cuando he enumerado los componentes del sistema solar no he dicho nada del cinturón de Kuiper porque abarca una gran extensión, entre 30 y 100 AU de distancia con el Sol. De aquí proceden los comentas de periodo corto. Los de periodo largo vienen de la nube de Oort que dista del Sol entre 50000 y 100000 AU.

Algunas curiosidades:
- El sistema solar tarda en dar una vuelta alrededor del centro de la galaxia cerca de 240 millones de años.
- La galaxia en la que vivimos la llamamos Vía Láctea porque los griegos dijeron que a la diosa Hera, mientras estaba amamantando, se le escapó un poco de leche del pecho y manchó el cielo. En 1900 se descubrió que lo que vemos es un gran cúmulo de estrellas desde dentro. La galaxia tiene forma espiral.
- Los planetas tienen nombres de divinidades romanas.
- El planeta más grande es Júpiter y el más pequeño es Plutón. El que más satélites tiene es Saturno, que es a su vez el que tiene los anillos mejor definidos.

por G.T.E. para Deliquios.

Esperamos tu próxima colaboración, "El futuro del sistema solar"

-------------------------------------------------------------------------
*Teoría de la nebulosa primitiva aceptada actualmente. Propuesta por Immanuel Kant y Pierre Simon Laplace.

**Un pársec es la distancia a la que habría que estar para que la separación aparente entre la Tierra y el Sol fuese de un segundo de arco. Equivale a 3.26 años-luz, unos 30000000000000 kilómetros.

***En la tierra, la presión a nivel del mar es 1 atmósfera. La presión es menor en las altas montañas y mayor en las profundidades marinas. Es más fácil detectar los aumentos que las disminuciones, por ejemplo, si nos sumergimos en una piscina unos cuatro metros ya se nota cierta presión en la nariz o los oídos.

El agujero más grande del mundo

|


Si Dante Alghieri viviese hoy y viajase a la ciudad de Mirna, perdida en la inmensidad de Siberia, la mayor fuente de riquezas naturales y minerales de Rusia, sin duda creería que ha encontrado su literario infierno.

Imagina un agujero horadado como un disparo de bala en la piel de la tierra, toneladas de tierra bajo las peores condiciones climáticas en busca de simples enlaces de carbono puro, sometidos a un presión increíble durante eras geológicas que le otorgan la propiedad de ser el material más duro de la naturaleza.



Debido a sus capacidades industriales y la escasez de ellos en la antigua Unión Soviética cuando se descubrió unas ciertas características geológicas favorables a la presencia de diamantes en un lugar, alejado cientos de kilómetros de cualquier ciudad, sometido a unos de los peores climas del mundo, despachó a unos pobres geólogos al infierno, un año y muchas muertes después, comenzó una increíble operación industrial para transportar material, operarios, geólogos y todo lo necesario para establecer una mina de diamantes tan necesarios para el desarrollo industrial, comenzó entonces un desafío a la naturaleza de proporciones bíblicas.



Con unos 525 metros de profundidad y 1250 metros de profundidad consiste en la mina a cielo abierto más grande del mundo y quién sabe si de la historia, tales son sus proporciones que genera una succión capaz de generar corrientes de aire con la fuerza necesaria para absorver un helicóptero que lo sobrevuele.

La difícil, la que usa el salmón... // 1ª Parte: Futuro

|
Viajar en el espacio resultaba impensable no hace mucho tiempo, cuando cohetes espaciales y viajes a la Luna no eran más que tópicos de ciencia-ficción. Sin embargo, abandonar nuestra atmósfera es ya el viejo sueño superado de nuestros abuelos y en la actualidad fantaseamos con hoteles geoestacionarios, bases lunares o llegar a Marte . Sueños posibles, factibles. Su realización casi depende exclusivamente del empeño con que se aborden, del esfuerzo, del interés y, por supuesto, del coste económico; al margen del tiempo que requieran. La consecución de estas metas no presenta graves inconvenientes tecnológicos, ni desde luego teóricos; pero hay otras que, aunque rayanas en el límite de lo popularmente realizable, no presentan tampoco problema teórico alguno y sí únicamente material.
Uno de estos grandes sueños es el viaje en el tiempo al futuro.

¡Ey, Doc!


La posibilidad de viajar al futuro se asienta sobre uno de los dos grandes logros de la física y del pensamiento del siglo XX: la teoría de la Relatividad de Einstein rompió con los conceptos de espacio y tiempo absolutos imperantes hasta el momento*. La experiencia nos dice que un kilómetro es un kilómetro tanto para mí, que estoy en mi casa sentado escribiendo estas líneas, como para el pasajero de un tren de alta velocidad; así como una hora es una hora tanto para mí como para dicho viajero. Y es cierto, éste y cualquier otro ejemplo cotidiano al que recurramos. Sin embargo, el espacio y el tiempo deja de ser absoluto cuando comparamos "mis kilómetros y mis horas" con las que puede medir un tipo que viaja en una nave de velocidad próxima a la de la luz**. El espacio y el tiempo que este tipo mide son diferentes a los que yo mido por el simple hecho de viajar a una velocidad tan alta. Sin entrar en las expresiones matemáticas de las que se desprende, sin profundizar más en detalles o definiciones, diremos que:


A velocidades lumínicas, el tiempo se dilata y el espacio se contrae

Supongamos que mi hermano, el tipo de la nave, sale de mi casa a hacer un recado a Júpiter a las 13:00. Le digo: "oye, te quiero aquí a las 13:30 que tenemos que visitar a la abuela en Marte, no tardes". Cuando vuelve no puedo disimular mi enfado: "Ya te vale, ¿no?, ¿no habíamos quedado a las 13:30?"; y el tío, ofendido y todo, me enseña su reloj -que marca exactamente las 13:35- y me espeta: "¡Joder, por cinco minutos... qué exigente!". Y ahí es cuando en lugar de ponerlo a caldo prefiero callar e indicarle el viejo carrillón que el abuelo nos legó. Marca las 15:00. "¿Qué? Las 13:30, ¿no?...¿y Einstein?... ¡pues eso, un chiflado!".

¿Se le ha estropeado el reloj a mi hermano? No, en absoluto. Su reloj ha marcado sin el mínimo retraso cada segundo. Y el viejo carrillón del abuelo lleva noventa años sin fallar. ¿Entonces? Ajá, el tiempo se ha dilatado para mi hermano debido a la velocidad que ha alcanzado con su nave. Dicho de otro modo, en comparación con una hora marcada por mi carrillón, su hora es mucho más larga... aunque para él sigue siendo "una hora de lo más normal". Es como si el tiempo hubiese transcurrido más lentamente para mi hermano***.

La situación arriba escenificada sería la versión cotidiana de la conocida "Paradoja de los Gemelos", que podrá ser de todo menos paradoja. En menos líneas que la anterior, dice más o menos lo siguiente: un intrépido chaval de quince años emprende un viaje por el espacio en una nave que viaja a velocidades casi tan altas como la de la luz. Se despide de su hermano gemelo antes de partir. Éste lo espera. Un año. Dos. Diez. Después de setenta años, cuando ha perdido la esperanza de volver a ver a su hermano, regresa; su hermano regresa, pero con una edad de treinta años.

Para el gemelo que se quedó, los años se han sucedido con normalidad. Para el gemelo que partió, el tiempo se ha dilatado, ha fluido más despacio. Cuando se marchó, su hermano tenía quince años; cuando regresó, tenía ochenta y cinco. En cierto modo, ¿no ha viajado al futuro?

Aprovechar la naturaleza relativa del tiempo es una forma de viajar al futuro. Si dispusiéramos de la tecnología necesaria, una máquina del tiempo para viajar al futuro podría consistir en una nave espacial capaz de alcanzar velocidades casi como las de la luz. Orbitaría alrededor de la Tierra a esa velocidad de vértigo un determinado tiempo y, al regresar a la Tierra, habrían pasado años o siglos, dependiendo del tiempo que hubiese permanecido orbitando.

Pero esta máquina del tiempo es un fraude: no le permitiría regresar a su época y contarle a su familia lo que le depara a la Tierra. La treta relativista nos permite ralentizar el flujo del tiempo, no cambiar su sentido de avance. Es decir, no nos permite viajar al pasado. Para lograrlo tendríamos que desobedecer su flecha. Tomar una dirección... más difícil. ¿Os vais a perder la 2ª Parte de "La difícil, la que usa el salmón"?

Lo que de verdad se necesita es este condensador de fluzo... que funcione, claro

-----------------------------------------------------------------


*El otro gran logro es la Teoría Cuántica, que rompe con el determinismo de los sucesos físicos imponiendo restricciones sobre el conocimiento total de los sistemas que estudia. Otra gran brecha filosófica controvertida si consideramos la capacidad para predecir sucesos el principal potencial de la física.


**La velocidad de la luz, c, es de 300.000.000 m/s ó 300.000 km/s... o la suficiente para dar la vuelta al mundo por el ecuador en 0.13 segundos. La velocidad de la luz es una constante física: su valor es equivalente para todo sistema de referencia.

***No ejemplificamos aquí la contracción espacial: las distancias se acortan para los cuerpos que se mueven a velocidades luz en la dirección del movimiento.

****P.D.: He incluido este artículo en la sección "astronomía". No es la más apropiada, pero por el momento la dejamos así. ¿ok?